viernes, 10 de mayo de 2013

Un tiburón ballena en Osaka


Hoy se ha levantado el día un poco gris, con amenaza de lluvia por la tarde, así que vamos a visitar el palacio de Osaka, que es un paseo al aire libre muy bonito. Al llegar nos encontramos unos pájaros posando para la foto


Y luego unos árboles podados de manera muy curiosa ¡Qué guapa está Irene!

Delante del castillo le pedimos a un desconocido que nos hiciera una foto


En cuanto llegue a Madrid tengo que buscar un curso de fotografía para aprovechar bien la cámara de Luis. Bueno, ahora es mía porque hicimos un trueque: el iPod que Irene me compró en New York a cambio de esta cámara ¡Qué bien me lo estoy pasando!


Dentro del castillo había una exposición interesante con grabados y armaduras de samurai. “No photos” en todas las vitrinas. Afortundamante también había una torre a la que subir para disfrutar de las vistas


¡Esta ciudad tiene edificios muy bonitos!


Aunque lo que más nos sorprendió fue la actividad organizada por el ayuntamiento de Osaka: querían comprobar cuántos colegios caben en el castillo:


Todos iban con uniforme y los gorritos sirven para distinguir las edades. Muchos nos miraban y señalaban, ya que éramos los únicos occidentales, y los más atrevidos nos decían “Hello!”. Yo volvía a llevar mi camiseta zen, que tuvo éxito incluso con algunos profesores.

Antes de que el tiempo empeorara, decidimos subir a una torre situada en el puerto. El edificio parece del futuro, tanto por fuera como por dentro ¡impresionante!


En días despejados se puede ver el aeropuerto de Kansai (que usaremos al día siguiente) Nosotros nos conformamos con mirar hacia la ciudad


Ese barquito que se ve es una réplica de la Santa María y da paseos para turistas ¿Lo probamos?

Bueno, al salir del rascacielos empezó a llover


Así que en lugar de más actividades al aire libre, decidimos entrarnos al acuario de Osaka, que es famoso por tener ¡un tiburón ballena!


Es pececito en concreto mide doce metros de largo. Si sumamos la altura de mis padres, hermanos, cuñada, sobrinita y el reciente matrimonio ¡todavía no llegamos!

Aún así, en esa piscina lo que daba miedo de verdad era el otro tiburón:


Para disfrute de los niños que llevamos dentro, también pudimos ver cómo daban de comer a los delfines ¡Qué juguetones!



Y también disfrutamos con los pingüinos, focas, leones marinos, tortugas, pulpos, calamares, cangrejos gigantes


¡Mira cómo poso!


Aquí estuvimos un buen rato, o más bien toda la tarde. Así que al salir nos fuimos al hotel y luego salimos a cenar sushi. Estábamos tan cansados que se nos olvidaron las cámaras.

Se nota que llegamos al final de viaje, y el clima tampoco está ayudando. Volvimos pronto al hotel y caímos rendidos después de un día a remojo (y las dos semanas que llevamos en Japón)

Mañana sale nuestro vuelo hacia casa, pero nos queda un día entero para seguir descubirnedo Osaka.

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