Descubriendo la ternera de Hida

Después de disfrutar muchísimo de Tokyo nos vamos a descubrir otros sitios. (aquí me tenéis esperando el tren y haciendo un poco el payaso con la ropa de Irene)

Siguiendo las indicaciones de Olga y Enrique, nuestro próximo destino es Takayama, un ciudad en los “Alpes japoneses”. ¿Listos para muchas horas de tren?

Fuimos en un tren bala y vimos pasajes increibles, que casi nos perdemos por ir preparando nuestra estancia en próximos destinos.

Por fin llegamos a Takayama. Nuestro hotel es un ryokan: hotel tradicional japonés, con las paredes de papel de arroz y la cama en el tatami. Por cierto, la habitación era de 3x3 (como en el colegio mayor :)

Después de soltar las maletas y refrescarnos un poco, vamos corriendo a disfrutar de la famosa ternera de Hida. Internacionalmente es más conocida la ternera de Kobe, pero esta no tiene nada que envidiarle.

Nos la sirvieron cruda y en la mesa teníamos nuestro propio brasero para cocinarla junto con las verduras ¡Vaya festín!

Ya con el estómago lleno nos fuimos a ver la ciudad, pero era un pelín tarde para el horario japonés (las 4 de la tarde) y estaba casi todo cerrado.

En Takayama hay un paseo muy famoso en el que visitas bastantes templos:

Y como aquí la primavera está llegando algo más tarde, también vimos bastantes cerezos en flor:

El paseo incluía una pequeña ruta por el bosque y tuvimso que acordarnos del tiempo de boy scouts para manejarnos con los mapas

De vuelta a la ciudad, más templos, esta vez con unos muñequitos muy graciosos colgados como ofrendas

Bueno y ahora nos toca disfrutar de una de las ventajas del Ryokan: el onsen, un baño termal tradicional japonés. Suelen estar divididos para hombres y mujeres porque se entra completamente desnudo, pero en este había un onsen especial para familias y pudimos disfrutarlo juntos. ¡Qué relajación!

¿Os gustan nuestros yukatas? Son los pijamas japoneses que te prestan para dormir.

¡Vamos a ver qué tal se duerme en un tatami!