Torii en el agua

Hoy hemos cogido un nuevo tren bala para llegar desde Kyoto hasta un Hiroshima, luego un tren hasta un puerto y por fin un ferri para llegar a la isla de Miyajima. ¡Tanto transporte ha merecido la pena!

En esta isla también nos avisa de que hay ciervos salvajes y que pueden ser peligrosos

Lo que es realmente espectacular de esta isla es el paisaje y la Torii que está en medio del agua. Bueno, cuando baja la marea te puedes acercar a tocarla

Después de hacernos miles de fotos y antes de iniciar el camino a la cumbre, ¡vamos a comer algo! Y esta vez tuvimos la oportunidad de probar nuestra primera ostra. Es la cosa empanada que se ve al lado del huevo. ¡Qué rica!

Ahora si, seguimos el camino a la cumbre siguiendo las baldosas con hojas, que son el símbolo de la ciudad

Y la verdad es que vimos cosas curiosas, como esta escultura de madera. ¡Parece del señor de los anillos! O si preferís, de David el Gnomo

En este viaje hemos probado muchos medios de transporte: avión, tren, metro, metro sin conductor, taxi, autobús, autobús lleno de gente... Para completar la lista, hoy vamos a probar una nuevo ¡el teleférico!

Nos dejo muy arriba, y las vistas desde la colina eran espectaculares

Aún así tuvimos que hacer nuestro caminito andando, o más bien subiendo y bajando, por el monte

Por el camino nos fuimos encontrando pequeños budas, cada uno en una postura diferente

Y muchas cuestas. Algunas hacia arriba, otras hacia abajo, pero todas con paisajes increibles

En la cima, varias sorpresas: un templo con un fuego que lleva encendido 1200 años. Este fuego sagrado lo usaron en el Memorial por la Paz de Hiroshima.

Y algo menos trascendentes: un grupo famoso de japonesas rodando un video clip

¿Os habéis dado cuenta de que en Japón les encantan las lámparas de piedra?

Y ahora que hemos hecho otro gran esfuerzo, vamos a tomarnos una galleta típica, que suelen ir rellenas de queso, chocolate, castañas... Se llaman momiji, pero para nosotros eran lembas del camino (otra vez aparece el señor de los anillos)

De vuelta al pueblo, la marea estaba subiendo, pero el templo todavía estaba seco

¡Y la torii con algo de agua!

Un día tan especial se merece un baño muy especial. En este ryokan no tenían onsen, pero si esta sala de baños que pudimos disfrutar un buen rato

¡Qué relax! ¡Y qué divertido!

Y después del baño, paseo por la playa

Espectacular, la isla es prácticamente para nosotros (y otras 5 parejas de turistas que nos cruzamos)

¿Os gusta mi yukata?

¡Buenas noches a todos!